EDITORIAL 77
Pueden derruirse los edificios pero quedan las palabras. Pueden matar a miles de personas pero pervive el conocimiento. Los pueblos son, básicamente, cultura. Teniendo en cuenta lo anterior, podremos valorar el legado del zapoteca universal Andrés Henestrosa, quien falleció el 10 de enero del año 2008.
En el marco de su aniversario luctuoso le dedicamos este número, deseando que las nuevas generaciones conozcan y se nutran de su legado, porque recordándolo en la lectura, Henestrosa no morirá.