Gubidxa Guerrero
El Istmo de Tehuantepec es una región pluricultural. En ella conviven un cuarto de millón de habitantes pertenecientes a cinco grupos étnicos distintos: huaves, zoques, chontales, mixes y zapotecas. Los últimos constituyen la etnia más numerosa e importante, desde un punto de vista sociopolítico.
Se suele decir que los binnizá --que es como se autodenominan los zapotecas-- guardan un profundo respeto por sus mayores. Sin embargo la realidad es otra. Tal vez debido al crecimiento desordenado de la población, a la influencia de otros valores culturales, entre otros factores, los abuelos no gozan de la misma consideración de antaño. Hoy en día, el anciano zapoteca comienza a ser sinónimos de estorbo, no merecedor de atención ni de reconocimiento social.
Ante dicho escenario el
Comité Melendre, mediante la Comisión de Registro Fotográfico a cargo de Victoria Guzmán Cabrera, emprendió el proyecto denominado
Retratos de Nuestra Historia, que consiste en fotografiar a los abuelos en su cotidianeidad, como una manera de homenajear su paso por el mundo. El proyecto tiene tres elementos: la imagen misma, la historia de vida y la ficha técnica.
Ayer viernes, a invitación de Helen Toledo, tuve oportunidad de conocer a un hombre de 107 años de edad, llamado Ta Ciro Calderón Fuentes, originario de El Espinal. Esta persona conserva una lucidez envidiable y tiene “muchas historias qué contar”, como él mismo dice. A sus años, recuerda acontecimientos trascendentales para nuestra región y el país, como por ejemplo las distintas epidemias que cobraron la vida de miles de paisanos, o algunos movimientos armados en el Istmo, como la rebelión de José F. Gómez (Che Gómez) en 1911.