*Participaron más de doscientas personas de distintas edades
El domingo 16 de junio de 2013 se llevó a cabo el debate entre los aspirantes a la presidencia municipal de Juchitán. Más de doscientas personas se dieron cita en la explanada del Centro de Educación Ambiental “Julio Bustillo Cacho”, dependiente del Foro Ecológico Juchiteco A.C., a un costado del Río de las Nutrias, en Juchitán, Nación Zapoteca.
Este ejercicio democrático, sin precedentes en la región istmeña, fue convocado el 29 de mayo por el Comité Autonomista Zapoteca “Che Gorio Melendre” en el marco del 160 aniversario de la muerte de José Gregorio Meléndez y de la independencia del Istmo de Tehuantepec con respecto del Estado de Oaxaca. Formó parte de las actividades para promover los Cinco Ejes para la Paz Social en Juchitán, documento presentado el 8 de mayo como una alternativa viable para devolver la tranquilidad a miles de familias zapotecas.
El debate inició a las 6:30 de la tarde (horario de verano). Al encuentro acudieron políticos y representantes de diferentes organizaciones sociales.
El Foro Ecológico Juchiteco a través de su responsable, el biólogo Eduardo Martínez, brindó todas las facilidades para la realización de la actividad. El encuentro se transmitió en vivo desde TvMelendre (www.youtube.com/tvmelendre) y desde Radio Punto Crítico (101.9 FM), por lo que miles de personas pudieron seguirlo desde sus hogares.
Hasta hace algunos meses nadie imaginaría que en Juchitán podrían reunirse en el mismo recinto, militantes de todos los partidos políticos, miembros de la sociedad civil, activistas anti-eólicos, jóvenes, intelectuales, personas despojadas y prominentes políticos. Pero se logró.
¿Quién ganó el debate? Ganó la ciudadanía. Ganó Juchitán, que demostró que puede seguir la ruta del diálogo y de la reconciliación si la encabeza una organización con credibilidad y autoridad moral. Ganaron las poblaciones istmeñas, que tienen ahora un referente de participación ciudadana. Lo que sucedió el domingo 16 de junio en el Foro Ecológico fue un pequeño paso ―muy pequeño― de los muchos que vendrán para que el poder regrese al pueblo.