La Guerra de Guiengola


Basamento piramidal Poniente. Plaza Central de Guiengola

Gubidxa Guerrero

Dani Guiengoola ―Quiengola para otras variantes dialectales―, es una montaña situada a pocos kilómetros al noroeste de Santo Domingo Tehuantepec. A más de 400 metros de altura se levanta la ciudadela zapoteca que fue centro ceremonial y político de los últimos soberanos binnigula'sa'.

Guiengola es una bisagra entre la Sierra Zapoteca Istmeña y la Planicie Costera del Istmo. De hecho, desde lo alto de su basamento piramidal poniente se mira el Cerro de las Flores, en cuyas faldas se encuentra Santiago Lachiguiri ('Llano de Ocote', 'Llanura de Antorcha'). Pero también se divisa el territorio de Juchitán, las lagunas Superior e Inferior y el 'Cerro de la Piedra del Jaguar', Dani Guiebeedxe', que se reparten San Blas Atempa y Tehuantepec, herederas de la vieja capital prehispánica zapoteca.

19 de mayo de 1850: el incendio de Juchitán

Gubidxa Guerrero

El sábado 18 de mayo por la mañana, José Marcelino Echavarría partió de Tehuantepec con rumbo a Juchitán acompañado de un numeroso ejército. Al parecer Echavarría tenía pensado salir para Juchitán un poco después, pero, según él, debido a los continuos partes que recibía de los alcaldes de Comitancillo e Ixtaltepec ―poblaciones intermedias en el camino que conducía de Juchitán a Tehuantepec―, tuvo que apresurar la marcha. La Sección de Operaciones sobre Juchitán estaba compuesta por 434 soldados: 250 hombres del batallón Guerrero; 114 del batallón Lealtad, de Tehuantepec; 70 soldados de caballería; dos cañones y un tren regular de campaña. El mismo 18 de mayo por la tarde llegaron al pueblo de Ixtaltepec, distante dos leguas de Juchitán y siete de Tehuantepec. En esa comunidad, avisados con anticipación, se le incorporaron las milicias auxiliares de seis pueblos: Comitancillo, Laollaga, Chihuitán, San Jerónimo (hoy Cd. Ixtepec), Espinal e Ixtaltepec “y sujetos particulares que quisieron dar este servicio al gobierno”. Todos pasaron allí la noche. El número de auxiliares, según la versión de los juchitecos, alcanzaba los dos mil hombres.

El día domingo 19 de mayo de 1850, a las ocho de la mañana, salieron de Ixtaltepec hacia Juchitán las tropas del gobierno comandadas por José Marcelino Echavarría, según él “porque el faccioso y criminal Don José Gregorio Meléndez con sus secuaces trataba de dar un golpe a la sección puesta a mis órdenes”. Temiendo emboscadas durante el trayecto de dos horas que debían recorrer de uno a otro punto, dispuso la fuerza de tal manera que se les pudiera hacer frente. En opinión de Marcelino Echavarría, el ejército zapoteca comandado por Che Gorio Melendre estaba integrado por 1500 hombres, provistos de machetes, hondas, lanzas y algunas armas de fuego; quienes, prevenidos, formaron dos frentes para defenderse del enemigo antes de que éste llegara a Juchitán: uno, 200 metros delante del pueblo, y el otro a la izquierda del anterior (rumbo al Este), dándole la espalda al bosque.