Río por mil años, Guiigu’ ze iza

Hace algunos años, en el pequeño pueblo de San Antonio Tecomitl, perteneciente a la Delegación Milpa Alta, de la capital de nuestro país, pude ver una singular película del célebre director japonés Hayao Miyazaki. La producción, que poco después obtendría un Oscar como mejor película infantil, se llama El viaje de Chihiro.
Una de las escenas más memorables, trata de una especie de monstruo sucio, maloliente y de horrible aspecto que llegó a hospedarse a un hotel para seres extraordinarios. Dicho individuo resultó ser un dios, personificación de un río japonés bastante contaminado por la especie humana.
¿Por qué relato el episodio? Porque este viernes 29 de enero se presentará un peculiar libro en el Centro Cultural Herón Ríos A.C., que me recordó a la escena de la película que les refiero.
La obra se llama Río por mil años/ Guiigu’ ze iza, y es una franca invitación a jugar y divertirse, a través de una serpiente multicolor, con los desechos que hacen que los ríos mueran por la contaminación que nosotros contribuimos a engrandar. Lo anterior, motiva a los pequeños a cantarle para sanar. Todo ello, en lengua zapoteca y castellana.  
¿Quiénes son los culpables de este proyecto lúdico? Dos ciudadanos del mundo que, como las grandes serpientes de agua, confluyen hacia un mismo océano; en este caso, hacia la misma obra literaria.