Comité Melendre
▪ Antecedentes:
Los zapotecas poseemos una tradición histórica milenaria. Hoy en día, contamos con más de medio millón de habitantes distribuidos en diversas regiones geográficas del actual Estado de Oaxaca (Istmo, Sierra Norte, Valles Centrales y Sierra Sur), y en distintas ciudades de México y del mundo, también.
Para nuestros ancestros la historia fue fundamental en la preservación de la identidad étnica y la cohesión social. La historia era maestra y guía en la resolución de problemas trascendentales. Y para conservarla, los binnigula’sa’ (zapotecas antiguos) la transmitieron de forma oral, tallaron estelas, pintaron murales y códices.
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Ilustración: Jesús Urbieta |
Los zapotecas contemporáneos seguimos siendo celosos de nuestras tradiciones históricas regionales o locales. Obstinadamente nos empeñamos en transmitir parte de nuestra herencia cultural e histórica a nuestros hermanos y a desentrañar aquellos episodios hoy casi olvidados. Sin embargo, conforme los años pasan y las generaciones fenecen, el discurso del pasado se olvida.
A pesar de que existe una generación de escritores e historiadores zapotecas, los resultados de sus investigaciones muchas veces se quedan en los libros, empolvándose con el paso de los años. Y hasta el día de hoy no existe un mecanismo que permita el acceso masivo al conocimiento de la historia local, pues nuestras historias están excluidas de los programas oficiales de educación.
Hace aproximadamente cinco años, varios jóvenes de diferentes poblaciones zapotecas nos dimos a la tarea de organizar un grupo para tejer hilos de comunicación entre los binnizá de todas las regiones, y para afrontar las problemáticas que cotidianamente padecemos, como la pérdida de nuestro idioma e identidad, la pérdida de los valores tradicionales como el respeto, la ayuda mutua y el trabajo. Nuestro grupo ―Comité Autonomista Zapoteca “Che Gorio Melendre”― pronto se dio a la tarea de editar una revista con un tiraje de mil ejemplares llamada Guidxizá (Nación Zapoteca), que ha servido para difundir no sólo nuestra historia, mediante la publicación de artículos o documentos, sino la literatura en nuestra lengua diidxazá. La revista Guidxizá ha abierto espacios de expresión para los jóvenes zapotecas y ha servido de punto de partida para generar un proyecto editorial llamado igualmente Guidxizá, que ha editado ya tres libros.