#CreandoComunidad. Iniciativa para fortalecer el tejido social en Juchitán

Con los terremotos del mes de septiembre en el sureste mexicano no solamente se vinieron abajo casas y edificios públicos, ni únicamente se vieron afectadas las redes comerciales. También se puso en evidencia cierta desorganización en las poblaciones dañadas, especialmente en Juchitán, ciudad zapoteca de cien mil habitantes.

Hace varias generaciones existieron formas de organización social que facilitaban actividades comunes como la cooperación para el trabajo, la seguridad pública, obras sociales y hasta actividades de tipo ritual. Sin embargo, algunos sectores en el Estado mexicano no vieron con buenos ojos la asombrosa capacidad organizativa istmeña, porque a ella también atribuían el carácter rebelde de sus habitantes.

Durante el presente siglo, el tejido social en Juchitán se ha desdibujado. Los ancianos se lamentan de la falta de sensibilidad entre las nuevas generaciones. "Las personas ya no se saludan, ya no se ayudan, ya no se conocen..." suele ser la expresión constante.

Pero no todo es desesperanza. Los terremotos de septiembre también permitieron ver la otra cara de la moneda: una sociedad civil activa, organizada, pujante, bienintencionada y segura de sí, que logró ponerse al servicio de la comunidad entera.