Documentos sobre la Sublevación Zapoteca de 1850-1853 (1a parte)

INTRODUCCIÓN

Gubidxa Guerrero 

Ilustración: Sabino López

Los escritos que a continuación presentamos son los primeros de una serie que tiene que ver con la gran sublevación que encabezara José Gregorio Meléndez de 1850 a 1853. Al reproducirlos, contribuimos a difundir las causas que obligaron a nuestros abuelos a rebelarse.
 
Comenzamos con cinco documentos redactados en el mes de abril de 1849 por diversas autoridades y representantes. En ellos, veremos el motivo principal de las tensiones entre los vecinos de Juchitán y el Gobierno del Estado de Oaxaca: las salinas costeras.
   
En torno a la sal giraba buena parte de la vida económica de los zapotecas-binnizá. Con ese bien intercambiaban productos y se hacían de recursos económicos para sostenerse. La sal de las costas istmeñas llegaba a manos mixes, chontales, zapotecas de la sierra, de los valles y a otras tantas, que la utilizaban como conservador y como condimento. No se sorprenda, pues, el lector, de ver en ese mineral motivo de derramamiento de sangre. 

El primer documento es un remitido de José María Muñoz al Gobernador del Estado, en el que transcribe íntegramente el mensaje que el Subprefecto de Juchitán, Tomás de la Rosa, le hace llegar el día anterior, y la respuesta que a éste da en el sentido de que “prohiban  absolutamente la venta que públicamente se hace en el mercado, de la sal clandestinamente estraida de las salinas, y que persigan y aprehendan” a los líderes juchitecos.
 
En el siguiente, José María Muñoz funda- menta por medio de una comunicación del Alcalde Primero de Juchitán, Pablo del Puerto, la solicitud hecha al gobierno de 150 soldados para  impedir que los vecinos de Juchitán sigan extrayendo la sal. 

En el tercer documento es el mismísimo Don Benito Juárez, Gobernador de Oaxaca, quien habla. Se dirige al Ministro de Relaciones Interiores y Exteriores para que éste a su vez solicite al Presidente de la República “que interponga su respetable influjo para con el Sr. D. Javier Echeverría, á efecto de que ceda algun tanto del derecho que pueda tener”, en favor de los  juchitecos. Es notable el reconocimiento que Juárez hace del origen del problema diciendo: “solo son el resultado de la rigidez con que el administrador de las salinas de Tehuantepec impide á los vecinos de Juchitan tomar para su uso alguna parte de las sales que se benefician en sus terrenos […] Esta conducta los ha alarmado porque aun en tiempo que las salinas se administraban por la nación, se les toleraba que tomaran la parte que despues de la cosecha quedaba en ellas”. Digo que es significativa esta declaración, pues a su vez agrega que, “este gobierno […] ha acordado algunas medidas de lenidad para hacer cesar estos desórdenes, sin perjuicio de disponer la marcha de una sección de fuerza armada que obre en el último caso”. El Gobernador pide concesiones y a la vez manifiesta el envío de tropas para la región. Semejante incongruencia le costará una insurrección que terminará siendo la principal dificultad de su administración. 

El cuarto documento es, creo yo, el más importante, pues en él son los principales implicados quienes se expresan. La “masa general” del pueblo de Juchitán explica en dos escritos su versión de los hechos y el derecho que les asiste. Por medio de Simón López y Macedonio Ruiz, los habitantes afirman categóricamente la posesión de las salinas en disputa, por lo que niegan que estén efectuando un robo, enunciando que “el que coge y disfruta lo que es suyo no lo hurta”, sellando con esto su determinación de defender legítimamente lo que les pertenece.

En el último remitido que reproducimos, José María Muñoz comunica “que todos los días se hace mas indispensable el ausilio de tropa que tengo pedido para reprimir con la fuerza tantos y tan criminales escesos”. ¿Cuáles excesos?: el que los vecinos de Juchitán declaren que “son libres tanto en la estraccion y venta de la sal”, porque “es público y notorio que todo habitante es libre para disfrutar cualquier beneficio producido por la Providencia divina en términos de sus terrenos”.

Pasan los días y las cosas aparentemente se calman. Luego de nuevas comunicaciones se celebra una “reconciliación” entre las autoridades y el pueblo. Para cuando el ejército llega las cosas ya están tranquilas y el gobierno afirma ilusoriamente que el problema queda resuelto. El tiempo se encargará de desmentir esto.  



SOBRE LA SUBLEVACIÓN ZAPOTECA DE 1850-1853 (1ª PARTE) 


GOBIERNO DEL DEPARTAMENTO DE TEHUANTEPEC*

Con fecha de ayer me dice el subprefecto del partido de Juchitan lo que sigue.

"Con esta fecha me dice el alcalde primero de esta cabecera lo siguiente.
 
"Sabiendo positivamente que los vecinos de esta población han estraido sal clandestinamente en la salina de Santa Cruz, situada en los límites de esta misma población, y conociendo que mi autoridad no es suficiente, sin embargo de su facultad para reprimir este hecho escandaloso, mediante á que no cuenta con ausilios para verificarlo, me ha parecido oportuno ponerlo en conocimiento de V. para que disponga lo que debe hacer sobre el particular en el presente caso.
     
"Protesto á V., con tal motivo, mi consideración y aprecio."
     
"Y me apresuro en este momento á comunicarlo á V. S. para sus ulteriores disposiciones en el presente negocio, reiterándole á la vez mi distinguido aprecio."
     
Y lo traslado á V. S. para conocimiento del Escmo. Sr. gobernador, á quien se servirá V. S. manifestar, que mediante á no poderse tomar por ahora una providencia capaz de imponer á los vecinos de Juchitan, me limité solamente en contestación al oficio inserto, á prevenir á las autoridades de aquel lugar, prohiban  absolutamente la venta que públicamente se hace en el mercado, de la sal clandestinamente estraida de las salinas, y que persigan y aprehendan á José Gregorio Sanchez y sócios, como cabecilla, según tengo noticias, de los robos de sal que se han hecho.
     
Protesto á V. S., como siempre, las consideraciones de mi mas distinguido aprecio.
     
Dios y libertad. Tehuantepec, Abril 11 de 1849.―José María Muñoz.―Señor secretario del despacho del superior gobierno del Estado de Oaxaca. 


GOBIERNO DEL DEPARTAMENTO DE TEHUANTEPEC.

El alcalde primero constitucional de Juchitan en comunicación de fecha 11  del corriente que acabo de recibir, me dice lo siguiente:
     
"Con sentimiento me he impuesto de la comunicación de V. S. con fecha 9 del actual, relativa al robo de sal cometido en las salinas situadas en términos de este pueblo, por lo que me previene persiga y aprehenda á José Gregorio Sánchez y sus sócios, como caudillo de la cuadrilla de aquellos, y á su consecuencia diré á V. S., que en el momento que llegaron á mis noticias la disposición que hubo entre unos de los vecinos de esta población para tal atentado, mandé llamar al espresado Sánchez y Mariano N. (a) Cichic, como cabecillas que fueron del hecho mencionado, según parte que me dio verbalmente el C. Manuel López Olivera: estas providencias fueron infructuosas, porque los espresados Gregorio y Mariano no llegaron á la cita que se les hizo por mi autoridad; sino que mas bien llevaron al cabo aquella disposición, por cuya resistencia di parte al señor subprefecto de este partido con fecha 9 del mismo, manifestándole el robo ya cometido para que dispusiera lo que se pudiera hacer para reprimir ó atajar los autores de este abuso escandaloso, mediante á que mi autoridad no es suficiente para verificarlo; pero sin embargo, daré providencias necesarias para la aprehen¬sión de los citados y sus sócios, como V. S. me previene, y lograda que sea aque¬lla le daré oportuno aviso.
     
"Dígolo á V. S. en contestación de su citada comunicación, protestándole en¬tre tanto mi consideración y aprecio."
     
Y lo trasmito á V. S. para que sirviéndose elevarlo al conocimiento del Escmo. Sr. gobernador S. E. vea el estado insolente en que se hallan los vecinos de Juchitan, donde las autoridades no tienen ya ningún poder, si no se les apoya con la fuerza. He aquí la causa por qué con mas anticipación he pedido á esa supe¬rioridad ciento cincuenta hombres lo menos para situar en aquel punto.
     
Muy fácil seria trasladarme con toda esta guarnición á aquella población; pero seria dejar espuesta la tranquilidad pública de esta á un inminente peligro de al¬terarse. Por lo tanto, é insistiendo en la venida de la fuerza armada que tengo pedida, á la sabia penetración de S. E. el Sr. gobernador queda resolver con el acierto que acostumbra, lo que fuere de su mayor agrado.
     
Renuevo á V. S., como siempre, mi consideración y aprecio.
     
Dios y libertad. Tehuantepec, Abril 13 de 1849.―José María Muñoz.―Señor secretario del despacho del superior gobierno del Estado.


GOBIERNO DEL ESTADO DE OAXACA.

Escmo. Sr.―Las copias certificadas que bajo los números 1, 2, 3 y 4 tengo el honor de acompañar, impondrán al Escmo. Sr. presidente de la república de las ocurrencias habidas en el pueblo de Juchitan del departamento de Tehuantepec. Ellas no tienen por ahora carácter político alguno, solo son el resultado de la rigidez con que el administrador de las salinas de Tehuantepec impide á los vecinos de Juchitan tomar para su uso alguna parte de las sales que se benefician en sus terrenos, según se me ha informado. Esta conducta los ha alarmado por¬que aun en tiempo que las salinas se administraban por la nación, se les toleraba que tomaran la parte que despues de la cosecha quedaba en ellas. Sin em¬bargo, este gobierno que de ningun modo debe consentir escesos de tal naturaleza, que pueden degenerar con el curso de los dias, y envolver al Estado en la terrible guerra de castas, ha acordado algunas medidas de lenidad para hacer cesar estos desórdenes, sin perjuicio de disponer la marcha de una sección de fuerza armada que obre en el último caso; pero considerando que puede haber otro medio eficaz de terminar el mal, haciendo al referido pueblo algunas concesiones, le parece muy oportuno rogar al Escmo. Sr. presidente, que interponga su respetable influjo para con el Sr. D. Javier Echeverría, á efecto de que ceda algun tanto del derecho que pueda tener en favor de ese pueblo, librando sus órdenes al administrador para que obre con prudencia, y cese de hostilizarlo; en concepto, de que cualquiera sacrificio que tenga que hacerse, será siempre menor que los perjuicios que de otro modo está espuesto á resentir.
     
Suplico á V. E. lo eleve todo al conocimiento del Escmo. Sr. presidente para sus determinaciones, sirviéndose comunicármelas con la prontitud posible, y ad¬mitir entre tanto las protestas de mi respetuosa y distinguida consideración.
     
Dios y libertad. Oaxaca, Abril 23 de 1849.―Benito Juárez.―Escmo. Sr. mi¬nistro de relaciones interiores y esteriores.


GOBIERNO DEL DEPARTAMENTO DE TEHUANTEPEC.

Señor juez de primera instancia.―Juchitan, Abril 17 de 1849.―Amado señor de nuestra consideración y aprecio: Por esta ponemos en su conocimiento, que el dia 15 del que rige nos presentamos á nuestro alcalde suplicándole que corrie¬ra la pluma para comunicarle á V., que el pueblo determinaba sacar la sal de esta salina; supuesto que el Sr. D. Rafael Vaquerizo no la sacaba, y hallándose en nuestro suelo, como dueños no le dábamos lugar para que la perdiera con rastras y bueyes en ella, como hizo con las otras salinas de Dovaguichi y Lagunetas; pues no es justo que lo que Dios puso en nuestro terreno, dejemos seme¬jante acción, por lo que pedimos la consideración de V. como juez vea el mejor modo que la justicia le dicte á favor de este suelo—Somos sus fieles servidores que S. M. B.―Simón Lopez.―Macedonio Ruiz y el comun entero de este pueblo.
     
Otro sí. En este momento pasamos al alcalde primero para que le diera pase para esa villa el presente escrito, y se nos negó, habiendo dispuesto el mismo alcalde que formáramos este escrito: y por todo suplicamos á V. dirigir lo que convenga sobre el particular en óbvio de una descompostura con los socios.―Simón López.―Macedonio Ruiz.―El comun de este pueblo de Juchitan.
     
Es copia que certifico. Tehuantepec, Abril 19 de 1849.―Miguel Petriz Palomec, secretario.

En el pueblo de San Vicente Juchitan á los diez y siete días del mes de Abril de 1849.―Señor alcalde de primera nominación del ilustre ayuntamiento.―En consuno la masa general de este pueblo comparecemos ante V. como mas haya lugar en derecho, pedida la venia de V. sin incurrir en nota alguna, y con el ren¬dido respeto y nuestro pecho sano, reclamamos la contestación de la carta que se sirvió dirigir el dia 15 á la cabecera de Tehuantepec por pedimento de este mencionado pueblo, sobre la saca de sal que su Divina Majestad se ha servido darnos en nuestro suelo: y que supuesto que el Sr. D. Rafael Vaquerizo, ese señor que se titula dueño no ha tratado de sacarla, lejos de eso ha mandado á sus dependientes perderla, echando rastras y bueyes á pisotearla y emporcarla á fin de perderla, como están perdidas las Lagunetas y la salina de Dovaguichi, desde luego prometemos no se le dará lugar de ejecutarse esa infamia y tiranía en lo sucesivo, porque nos reconocemos con un derecho de naturaleza como legítimos dueños, para aprovecharnos de este fruto, pues el Sér Supremo quiso ponerlo en nuestro suelo, en nuestra costa (bendito sea Dios) y no como se dice que la estamos robando; producción ofensiva y vilipendiosa; pues el que coge y disfruta lo que es suyo no lo hurta: nosotros somos mexicanos, somos la nación, y somos dueños y tenemos el mismo derecho para que de este fruto aprovecharnos, y de esto que trabajamos tenemos los impuestos que pagarle á la nación y otras car¬gas concejiles precisas pertenecientes, como es nuestra iglesia tan deteriorada de un todo, las obras de beneficencia paralizadas, y la de capitación atrasadas y el pueblo insolvente, y supuesto que la nación no necesita en el dia de la sal, repe¬timos seguir sacando la sal por ahora, y venderla al mejor postor, dando V. el correspondiente pase á dichos compradores.
     
Otro sí: pedimos y suplicamos encarecidamente, que el dependiente de D. Ra¬fael Vaquerizo entregue las mulas que le quitó á los compradores mijes, igualmente las cargas de sal, porque estos compraron á buena fe, y el pueblo vende y venderá con legalidad y sin que este dependiente, C. Manuel Lopez Olivera, se vea al ímpetu y seriedad del pueblo.
     
Señor alcalde, padre de esta sociedad, tenga la bondad de oírnos en justicia, y si á bien tenga pase estos clamores á la cabecera de Tehuantepec, suplicando á V. provea al calce de este escrito, jurando de no proceder de malicia en todo lo espuesto.―Simón Lopez.―Juchitan, Abril 17 de 1849.―Mano que besa el co¬mun entero de este pueblo.―Macedonio Ruiz.
     
Es copia que certifico. Tehuantepec, Abril 19 de 1849.―Miguel Petriz Palomec, secretario.


GOBIERNO DEL DEPARTAMENTO DE TEHUANTEPEC.

Con fecha 16 del corriente me dice el subprefecto del partido de Juchitan en comunicación que recibí antes de ayer, lo que copio.
     
"Con fecha de ayer me dice el alcalde primero de esta cabecera lo que copio.―Participo á V. que con esta fecha he reunido en esta sala consistorial los vecinos de esta población, ante quienes y en masa se dio lectura á la nota oficial del se¬ñor gobernador de este departamento que V. se sirvió insertarme con fecha 12 del actual como resultado de mi comunicación de fecha 9 del mismo que dirigí á V., referente á la estraccion de sal que los vecinos han hecho en la salina de Santa Cruz, situada en terrenos del mismo: estos vecinos impuestos de la prevención que el señor gobernador me hace en dicha comunicación, en que yo ausiliado de los miembros de este ilustre ayuntamiento prohiba la venta de sal que con tanto escándalo se hace en la plaza del mercado y varias casas particulares de la po¬blación, según llegaron á sus noticias, á lo que me contestaron unánimemente: que efectivamente se hace tal estraccion y venta de sal de que se habla; pero que si, no lo han verificado por alguna rebeldía ú oposición, sino que á la verdad es público y notorio que todo habitante es libre para disfrutar cualquier beneficio producido por la Providencia divina en términos de sus terrenos; bajo este concepto, esponen que son libres tanto en la estraccion y venta de la sal que se va tratando, dispensándome V. del modo según lo piden, no lo hacen por alguna rebeldía, sino por lo que arriba llevan espuesto. Todo lo que digo á V. como resultado de esperada nota del Sr. gobernador que á la vez dejo contestada.”
     
“Y lo inserto á V. S., manifestándole que por repetidas comunicaciones le he prevenido á los actuales alcaldes, dejen esa punible de reunir al pueblo para hacerles saber las disposiciones superiores, lo que no se ha podido conseguir, dando esto lugar á las aberraciones y desórdenes que estos vecinos cometen.”
     
Y los traslado á V. S. para que sirviéndose elevarlo al conocimiento de Escmo. Sr. gobernador, se instruya S. E. de los escándalos que continúan cometiéndose en el pueblo de Juchitan y por lo que todos los días se hace mas indispensable el ausilio de tropa que tengo pedido para reprimir con la fuerza tantos y tan criminales escesos.
     
Renuevo á V. S. como siempre mi constante aprecio.
    
 Dios y libertad. Tehuantepec, Abril 19 de 1849.―José María Muñoz.―Sr. secretario del despacho del superior gobierno del Estado.



*Tomados de los “Anexos” de la Exposición al noveno congreso constitucional al abrir el primer periodo de sesiones ordinarias el día 2 de julio de 1850. Oaxaca, impreso por Ignacio Rincón, 1850. Reproducida también en Víctor de la Cruz La rebelión de Che Gorio Melendre, H. Ayuntamiento Popular de Juchitán, Juchitán, 1983. En la trascripción de todos los documentos se respetó la ortografía original.


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Texto publicado en Guidxizá (Nación Zapoteca), Año III, Núm. 9, Julio-Septiembre de 2006. Guidxiguie', Guidxizá (Juchitán, Nación Zapoteca). Se autoriza su reproducción siempre que sea citada la fuente.

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