Guendanabani sicarú

Judith Santopietro



A Macario Matus y su espíritu zapoteca que va a todos lados.

Ilustración: Francisco Santiago
Regalado Puga

Veo tu larga cabellera enredada en los listones
los peces con su piel de plata 
                                                  al sol 
parecen un espejo 
de tus pómulos salientes,
recorres las calles 
con tu cuerpo de flores hiladas 
                                                 una tarde de calor 
tan intrépido
igual que si buscaras a tientas en la oscuridad
tu primer rostro.

Veo desde aquí la orilla última del agua 
y nuestra esperanza de remar
                                               una vez más
sobre las piedras:
porque la belleza y la vida,
guendanabani sicarú,
en un año como éste,
serán de buscarlas bajo las enramadas
o en los confines de nuestros recuerdos.


Texto publicado en la Revista Guidxizá, Año VI, N° 14, Julio-Septiembre de 2009. Se autoriza su reproducción siempre que sea citada la fuente.