Luis Manuel Amador
Tal vez mañana amanezca y alguien tome no un arma (no lo he dicho pero ya no hay palabras y estoy solo) sino la pluma para sacar al aire sus entrañas en manojos bajo otra noche, una en que se llega a sentir alegría y solidaridad con los retretes reflejando las constelaciones, donde la transparencia baje desnudo al esqueleto del idioma hasta hacerlo invisible e inseparable del mío.
Texto publicado en Guidxizá (Nación Zapoteca), Año VII, Núm 15, Octubre-Diciembre de 2010. Se autoriza la reproducción siempre que se cite la fuente.