Victoria Guzmán Cabrera
Retratos de Nuestra Historia ―proyecto del Comité Melendre― les presenta “Otros enfoques”, apartado que compartirá otras perspectivas de la vida de nuestros abuelos. En dichas imágenes podremos admirar sus oficios y los detalles que enriquecen su ser como zapotecas.
En esta ocasión les exponemos esta hermosa imagen: las manos de Na Ceferina, curando a un recién nacido. El don de sanar es un conocimiento que se ha traspasado entre generaciones. Una práctica en la que ciertas mujeres dotadas naturalmente de una gracia tienen el deber de aportar sus conocimientos al cuidado de la salud. Tal es el caso de Na Ceferina Benítez Calderón (79 años), originaria de Ixtaltepec, Nación Zapoteca, quién ha dedicado 44 años de su vida a curar generaciones de niños.
Este arte de sanación se ha logrado conservar. Los padres todavía confían y creen necesario que en los primeros años de vida de los hijos, se visite a la curandera.
En estas fotografías podemos observar la relación de Na Ceferina con un recién nacido. También vemos a Na Ceferina posando serena para la lente de Retratos de Nuestra Historia. Esta es una pequeña contribución. Un homenaje a nuestros abuelos.
[Nota publicada en Guidxizá, una mirada a nuestros pueblos ―Año II, N° 63, Dom 06/Oct/2013―, suplemento cultural del Comité Melendre en EL SUR, diario independiente del Istmo. Se autoriza su reproducción siempre que sea citada la fuente.]