Hace 160 años un militar alemán visitó nuestro país. Después de un recorrido por varias provincias de México llegó a la región istmeña. Estuvo en la entones Villa de Tehuantepec, para luego pasar al pueblo de Juchitán, en donde conoció parte de la idiosincrasia de esta comunidad zapoteca.
Contó en sus memorias, publicadas por Fundación Banamex apenas en 1991, que impartió lecciones de geografía ante oyentes curiosos, entre quienes se contaban algunos rebeldes de las luchas emprendidas por José Gregorio Meléndez. “Llené las paredes con mapas de tierras y mares, terminé mi plática hasta bien entrada la noche, cuando tanto el expositor como sus oyentes estábamos totalmente agotados; debo dar fe, sin embargo, que nunca he visto discípulos más atentos, inteligentes y deseosos de aprender que estos rufianes juchitecos”.
Entre sus reflexiones, decía que por mucho talento que tengan las personas, la instrucción formal resulta necesaria. Desgraciadamente, apenas había instituciones educativas en esa época, por lo que nuestros abuelos carecieron de formación escolar. Pocos fueron los que aprendieron las letras.
Heliodoro Charis Castro fue un humilde juchiteco que alcanzó los más grandes honores militares. También él reconoció la importancia de una comunidad instruida en otros saberes, además de los propios. Porque no se trata de dejar de ser lo que somos, ni de olvidar nuestros conocimientos ancestrales, sino de enriquecer nuestro espíritu con una mayor preparación.
Desafortunadamente el deseo de muchos abuelos todavía no se cumple. Existen más de treinta mil personas en la ciudad de Juchitán sin alfabetización o sin algún tipo de acreditación primaria o secundaria. Ante eso, el panorama parece desalentador, pues casi todos los esfuerzos gubernamentales se destinan a instruir a niños y jóvenes, olvidándose de quienes en un tiempo anterior no tuvieron oportunidad de terminar la escuela elemental.
El Comité Melendre, a través de su Comisión de Trabajo Social, ha impulsado de forma independiente cursos de alfabetización. Asimismo, ha preparado a personas para presentar su examen diagnóstico ante el IEEA, por lo que se dio a la tarea de formalizar estos esfuerzos, iniciando con un proyecto alentador: la Escuela Comunitaria “Aída López Piza”, en donde los habitantes de Juchitán y poblaciones vecinas podrán cursar y acreditar todos los Módulos del Modelo de Educación para la Vida y el Trabajo (MEVyT) de manera completamente gratuita.
Con miras a concretar lo anterior, se realizaron reuniones de trabajo entre esta organización comunitaria y el Coordinador de Zona Juchitán del IEEA, Lic. René Vázquez Castillejos, quien mostró la mejor disposición para facilitar los trámites administrativos que permitan la sencilla inscripción y acreditación de los educandos, así como la entrega inmediata de los materiales de estudio. De esta manera comenzará a funcionar este espacio alternativo para que, quienes así lo deseen, puedan alfabetizarse o estudiar la primaria y secundaria abierta con validez oficial.
El inicio formal de las actividades de la Escuela Comunitaria “Aída López Piza” será este viernes 7 de noviembre de 2014, a las 6 de la tarde, en el Centro Cultural Herón Ríos, ubicado en la Col. Rodrigo Carrasco de Juchitán, cuando el Coordinador de Zona, René Vázquez, anuncie el comienzo de las actividades conjuntas entre el IEEA y el Comité Melendre.