El sueño de la Batanda

Dionisio Hernández Ramos


La Batanda fue un guerrero del rey Gululush
que antes de quedarse pájaro 
se enamoró de una princesa huave

Todo pasó en la época de la guerra
entre los zoques de Zanatepec
y los huaves de la mar muerta

Gululush
sabedor de que los huaves atacarían Zanatepec
mandó a Batanda para que vigilara los caminos
transformado en pájaro que se confunde con la tierra

“Vigilarás noche y día
ahí donde los caminos se juntan 
y cuando a los huaves sientas
vendrás volando a decirlo”
le dijo el rey
antes de que los brujos
hicieran de Batanda un pájaro

Batanda pasó su primer noche en vela
a la orilla del camino que venía de la mar muerta
Cuando el sol salió y empezó a sentir
como si en los ojos tuviera arena
voló unos metros y se refugió en la sombra



La brisa de la mañana lo adormeció
y empezó a sentir que soñaba
cómo una mano le acariciaba la cabeza
mientras una voz le decía

“¡Qué lindo pajarito! ¡Qué lindo!”
y Batanda siguió soñando

Cuando al fin abrió los ojos
encontró que estaba en el pueblo de los huaves
acurrucado sobre el vientre de la princesa

Batanda se dejó seguir acariciando
y olvidó de momento todo encargo 
Mas
por la tarde
sintió remordimiento
y voló hasta los caminos

Allí pasó otra noche en vela
sin que nada sucediera
Por la mañana
buscó de nueva cuenta una sombra
y se dio a soñar en la princesa

Así estaba cuando llegó el zanate
a dejarle comida por encargo del rey Gululush

Éste
al ver que estaba con los ojos cerrados
Regresó a decir a su señor
“Batanda no cuida
Batanda aprovecha el tiempo para dormir en la sombra”

El rey llamó a los brujos y les dijo
“Vuelen con el zanate
y si Batanda duerme
no lo vuelva a hacer hombre”

Y los brujos y el zanate encontraron
a Batanda con los ojos cerrados
soñando con la princesa

Por eso
y desde entonces
la Batanda es un pájaro que por las noches
vela a la orilla de los caminos
y cuando sale el sol
busca la sombra para entrecerrar los ojos
y poder seguir soñando con la princesa


*Texto publicado en Istmo Autónomo (después Revista Guidxizá), Año I / Nº 1, Junio-Julio de 2004. Tomado de El sueño de la Batanda, Dionisio Hernández Ramos, Instituto Oaxaqueño de las Culturas, 1994, Oaxaca, México. Se autoriza su reproducción siempre que sea citada la fuente.