Hoy día es preocupante la posibilidad de que se extingan algunas lenguas originarias de nuestro país, porque ya sólo queda un reducido grupo de hablantes que aún las utilizan para interpretar su realidad, como un medio para expresar lo que son a través de un repertorio léxico que les permite encontrar el vocablo más específico para nombrar su entorno, el mundo cotidiano que representa su existencia como persona y como parte de un grupo social.