#TejiendoHermandad. Proyecto de reactivación económica regional

Uno de los sectores más perjudicados como consecuencia de los terremotos del mes de septiembre de 2017 en el Istmo de Tehuantepec es el de las tejedoras y bordadoras; no sólo porque en la región se suspendieron casi todas las celebraciones del ciclo festivo zapoteca, conocidas como velas, sino porque cientos de ellas perdieron un elemento fundamental para la elaboración de los famosos trajes, blusas y huipiles: los bastidores de madera.


Poca gente sabe que detrás de la elaboración de una prenda tradicional hay varios participantes: el carpintero que construye el bastidor de madera sobre el que se monta la tela que ha de ser tejida o bordada; la comerciante de telas, que surte de materia prima el mercado local; la comerciante de hilostinta de las artistas istmeñas; el pintor o dibujante que elabora los hermosos diseños que las hábiles manos se encargarán de iluminar con hilos y, finalmente, las tejedoras y bordadoras, propiamente, quienes dan forma final al producto mundialmente conocido y reconocido como traje de tehuana o traje de mujer istmeña.

#TejiendoHermandad supera la meta. Pasa a siguiente fase

Cuando se lanza una iniciativa, se fijan metas realizables. Tratando de adquisición de textiles de valor relativamente alto, se debe tener cuidado en no crear falsas expectativas.

#TejiendoHermandad se propuso DAR EMPLEO A CINCUENTA TEJEDORAS-BORDADORAS para reunir fondos suficientes para poder DONAR CINCUENTA BASTIDORES DE MADERA elaborados por carpinteros de la region, dando prioridad a las que fueron afectados durante los terremotos del 7, 19 y 23 de septiembre de 2017. 

Cuatro grupos de diez tejedoras cada uno fueron organizados para trabajar durante tres semanas. Dieron forma a bellísimas prendas, adquiridas por varias clientas-donantes. Los huipiles y las blusas se mostraron en Facebook con fines de transparencia. La iniciativa contó con un subsidio inicial que sirvió como motor de arranque.