Oportuna liberación

 
Los detenidos durante los desalojos del viernes 3 de mayo
fueron puestos el libertad el sábado anterior.
Gubidxa Guerrero

Una buena noticia: el sábado por la noche absolvieron a los 18 detenidos (incluyendo 6 mujeres) por los disturbios del viernes 3 de mayo en la periferia de Juchitán. Este es un buen gesto que abre el camino del diálogo. 
     
Desde el principio manifesté que estas personas fueron víctimas de la anarquía, de los cacicazgos y de la aplicación de la ley 'a modo'. Juchitán ―y cada rincón del Istmo de Tehuantepec― merece vivir en paz.
     

Ta Ciro Calderón Fuentes. Memoria viva de El Espinal

Gubidxa Guerrero

El Istmo de Tehuantepec es una región pluricultural. En ella conviven un cuarto de millón de habitantes pertenecientes a cinco grupos étnicos distintos: huaves, zoques, chontales, mixes y zapotecas. Los últimos constituyen la etnia más numerosa e importante, desde un punto de vista sociopolítico.

Se suele decir que los binnizá --que es como se autodenominan los zapotecas-- guardan un profundo respeto por sus mayores. Sin embargo la realidad es otra. Tal vez debido al crecimiento desordenado de la población, a la influencia de otros valores culturales, entre otros factores, los abuelos no gozan de la misma consideración de antaño. Hoy en día, el anciano zapoteca comienza a ser sinónimos de estorbo, no merecedor de atención ni de reconocimiento social.

Ante dicho escenario el Comité Melendre, mediante la Comisión de Registro Fotográfico a cargo de Victoria Guzmán Cabrera, emprendió el proyecto denominado Retratos de Nuestra Historia, que consiste en fotografiar a los abuelos en su cotidianeidad, como una manera de homenajear su paso por el mundo. El proyecto tiene tres elementos: la imagen misma, la historia de vida y la ficha técnica.

Ayer viernes, a invitación de Helen Toledo, tuve oportunidad de conocer a un hombre de 107 años de edad, llamado Ta Ciro Calderón Fuentes, originario de El Espinal. Esta persona conserva una lucidez envidiable y tiene “muchas historias qué contar”, como él mismo dice. A sus años, recuerda acontecimientos trascendentales para nuestra región y el país, como por ejemplo las distintas epidemias que cobraron la vida de miles de paisanos, o algunos movimientos armados en el Istmo, como la rebelión de José F. Gómez (Che Gómez) en 1911.