Es tiempo de los ciudadanos

 Gubidxa Guerrero 

Anteriormente hablar de ‘pueblo’ implicaba hacer una generalización acertada. El ‘pueblo’ tal o cuál, actuada de cierta manera, pensaba de determinada forma, tenía costumbres particulares. Posteriormente comenzó a hablarse de ‘partido’ o de facciones. Tal ‘partido’ proponía determinada idea, enarbolaba ciertas causas. Después comenzó a hablarse de ‘sindicato’ o de gremios; que de profesores, transportistas, trabajadores del ayuntamiento, etc. Hasta que la sociedad en su conjunto terminó desmembrada.

Hoy en día los grupos o personajes poderosos velan únicamente por sus intereses. Se considera legítimo que un gremio luche sólo por sus causas. La palabra ‘pueblo’ ha perdido el sentido de englobar a toda la colectividad. Se volvió demagogia, pues en la práctica la inmensa mayoría de grupos que dicen representar la voz del ‘pueblo’ en realidad representan la suya propia.

El auténtico ‘pueblo’ está desorganizado, pareciera que no tuviera dinámica. Por ello desde hace años ha comenzado a hablarse de los ‘ciudadanos’; es decir, de todas aquellas personas que no militan en ningún partido político, o que a pesar de pertenecer a ciertos gremios, anteponen el interés general al particular. Ahora el ‘pueblo’ son los ‘ciudadanos’. Eso sí: desorganizados.

¿Pero quién vela por los intereses del ‘pueblo-ciudadanía’?; ¿quién hace escuchar su voz?; ¿quién lucha por ellos?