Los fiscales de San Francisco Cajonos: ¿mártires?

Beatriz Cruz López

Esta semana, la Biblioteca Digital de Historia Zapoteca, proyecto del Comité Melendre recomienda el texto de Rosalba Piazza titulado “Los mártires de San Francisco Cajonos: preguntas y respuestas ante los documentos de archivo”. 
    
En 1704, Juan Bautista y Jacinto de los Ángeles, fiscales de San Francisco Cajonos, avisaron al padre vicario de aquel pueblo serrano que la comunidad realizaba un ritual idolátrico en la casa de José Flores. 

El padre vicario, acompañado de un fraile y varios españoles, se apresuró a llegar al lugar y con cierta violencia irrumpió en la reunión. Al día siguiente, por la noche, el pueblo arremetió contra los dos fiscales; sitiaron el convento donde se habían escondido y se los llevaron para castigarlos. No se volvió a saber más de ellos. 

Los fiscales de Cajonos, ¿mártires?

San Francisco Cajonos.
Fotografía: Ezequiel Leyva.
Juan Manuel López Alegría


“Chismosos”, les dicen ahora

Resulta interesante revisar el asunto sobre la discutible beatificación de Juan Bautista y Jacinto de los Ángeles. 

Los ahora beatos eran fiscales de su comunidad, San Francisco Caxonos, ya que habían desempeñado otros cargos como acólitos y sacristanes; ello derivado de un concilio celebrado en 1585 en donde se organizó la participación indígena en los servicios comunitarios. 

Efemérides: 8 de Mayo de 2004


El 8 de mayo del año 2004 se fundó el Comité Autonomista Zapoteca “Che Gorio Melendre", por jóvenes binnizá de distintas poblaciones.
     
Desde el primer día el Comité Melendre se propuso convertirse en un modelo de trabajo voluntario, para poder ganarse el derecho de representar algún día los anhelos más profundos de la estirpe de los binnigula’sa’. 


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Texto publicado en Guidxizá, una mirada a nuestros pueblos, suplemento cultural del Comité Melendre, Año I, N° 42, Dom 12/May/2013. Se autoriza su reproducción siempre que sea citada la fuente.

Los parientes antecesores zapotecas

LOS PARIENTES ANTECESORES ZAPOTECAS[1]

Gabriel López Chiñas


En Juchitán oímos desde niños la leyenda Vinnigulasa[2]. Leyenda saturada de misterios, que llena de temor a nuestro tierno corazón. Y más que a veces, en las calles arenosas, o en los húmedos paredones de los ríos, aparecen a nuestro paso los terrosos idolillos que lle­van dicho nombre y a quienes se atribuye el origen de la raza.
    
A los zapotecas les ha preocupado la aparición de estos ídolos y han elaborado, para explicarlos, diversas interpretaciones de acuerdo con los distintos significa­dos que la palabra vinnigulasa ofrece, según se alargue o se acorte el sonido.
     

Los géneros literarios en diidxazá o la posibilidad de una retórica zapoteca

DATO.- 
Víctor de la Cruz fue uno de los más destacados pensadores binnizá. Doctor en Estudios Mesoamericanos y Profesor-Investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS). En 1968 fundó, junto con Macario Matus, la revista Neza Cubi, y posteriormente fundó y dirigió la célebre Guchachi’ reza. Autor de libros de historia, poesía y narrativa. En 1994 se hizo merecedor del Premio Nezahualcóyotl de Literatura en Lenguas Mexicanas, y en 2012 pasó a formar parte de la Academia Mexicana de la Lengua. Falleció en 2015

Artículo publicado en la Revista Guidxizá número 10, correspondiente al período Octubre-Diciembre de 2006, tomado a la vez de Políticas lingüísticas en México, Beatriz Garza Cuarón (coord.), La Jornada ediciones, Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades / UNAM.