Mitla y la Cueva del Diablo

Elementos rituales en la Cueva del Diablo.
Beatriz Cruz López

Esta semana la Biblioteca Digital de Historia Zapoteca recomienda el trabajo de Alicia Barabas, Marcus Winter, María del Carmen Castillo y Nallely Moreno titulado “La cueva del Diablo: Creencias y rituales de ayer y de hoy entre los zapotecos de Mitla, Oaxaca”. 
     En este trabajo las perspectivas arqueológica y etnográfica se unen para entender las prácticas rituales que se han llevado a cabo desde hace siglos y hasta nuestros días en dos sitios cercanos a Mitla: la piedra de la Mujer Dormida y la Cueva del Diablo. 
     El análisis de la cerámica y las ofrendas depositadas en la Cueva del Diablo es contrastado con los relatos de los mitleños sobre el significado y uso de estos lugares. 
     Así, los autores muestran cómo la ritualidad y las creencias locales no se constriñen al ámbito de los sitios católicos, y cómo la gente puede hacer uso de un mismo espacio para solicitar beneficios y sanaciones como también para procurar daño a otras personas o comprometer su propia alma.

Se puede descargar desde:


Ficha completa: Barabas, Alicia M., Marcus Winter, María del Carmen Castillo y Nallely Moreno, “La cueva del Diablo: Creencias y rituales de ayer y de hoy entre los zapotecos de Mitla, Oaxaca”, en Cuadernos del Sur. Ciencias Sociales, Año 11, Núm. 22, Agosto de 2005, pp. 21-33.


[Reseña publicada en Guidxizá, una mirada a nuestros pueblos, suplemento cultural del Comité Melendre, Año I, N° 38, Dom 14/Abr/2013. Se autoriza su reproducción siempre que sea citada la fuente.]


Guidxizá (suplemento), Año I, N° 38 - Dom 14/Abr/2013



[Texto publicado en Guidxizá, una mirada a nuestros pueblos, suplemento cultural del Comité Melendre, Año I, N° 38, Dom 14/Abr/2013. Se autoriza su reproducción siempre que sea citada la fuente.]


Dos documentos referentes al conflicto eólico en Juchitán


El 26 de marzo de 2013, durante el intento de desalojo de vecinos de la Séptima Sección de Juchitán apostados en el entronque de la carretera rumbo a Playa San Vicente, se suscitó un violento enfrentamiento que arrojó como saldo decenas de heridos, entre elementos de las corporaciones policíacas y civiles.
     Una de las consecuencias de los lamentables hechos de ese día, fue la sustracción del equipo transmisor de Radio Comunitaria Totopo (102.5 FM), estación desde donde se difunde Nuestros Pueblos, Nuestra Historia, programa radiofónico del Comité Melendre, todos los jueves de cinco a seis de la tarde.
     Ante esos lamentables hechos, la Responsable de dicho programa cultural, Juquila Andrea Ramos Muñoz, redactó un documento comunicando el hecho y fijando la postura oficial de la organización con respecto ese suceso particular.
     Asimismo, como consecuencia del rol mediador que está desempeñando el Comité Melendre junto con el presbítero Martín Eduardo Martínez García, y para evitar que ciertas personas de mala fe lancen calumnias, los voceros de la Asamblea del Pueblo Juchiteco (APJ) redactaron un documento respaldando el papel de mediadores de los antedichos, con el fin de que la ciudadanía conozca de manera fehaciente la confianza de la que gozan.
     Damos a conocer ambos documentos:




[Nota publicada en Guidxizá, una mirada a nuestros pueblos, suplemento cultural del Comité Melendre, Año I, N° 38, Dom 14/Abr/2013. Se autoriza su reproducción siempre que sea citada la fuente.]


Gráficos: Mario Jiménez Leyva

Mario Jiménez Leyva


Las siguientes imágenes corresponden a la serie  que obtuvo el SEGUNDO LUGAR en el Concurso de Fotografía Nabaana, convocado por el Comité Melendre.



[Imágenes publicadas en Guidxizá, una mirada a nuestros pueblos, suplemento cultural del Comité Melendre, Año I, N° 38, Dom 14/Abr/2013. Se autoriza su reproducción siempre que sea citada la fuente.]

Cartel: 20 artistas gráficos de Guidxizá, en Unión Hidalgo



[Texto publicado en Guidxizá, una mirada a nuestros pueblos, suplemento cultural del Comité Melendre, Año I, N° 37, Dom 7/Abr/2013. Se autoriza su reproducción siempre que sea citada la fuente.]

Guidxizá (suplemento), Año I, N° 37 - Dom 7/Abr/2013


EDITORIAL 37

Uno de los peores errores que puede cometer un funcionario encargado de vigilar la gobernabilidad es faltar a sus compromisos. La violación a la palabra empeñada durante una negociación, polariza a la contraparte y prepara un escenario violento. 
     El martes 2 de abril el Gobierno del Estado de Oaxaca detuvo a una de las personas más conciliadoras de la Asamblea del Pueblo Juchiteco: Mariano López Gómez, quien fue pieza clave en la liberación de Liliana Sánchez Sánchez, mujer policía detenida como consecuencia de los hechos violentos del Martes Santo 26 de marzo. Indudablemente fue una grave equivocación del Gobierno, que afortunadamente logró subsanarse al día siguiente, mediante la liberación del detenido.
     Es importante que las partes busquen una solución pacífica a este conflicto. Se hace necesario que las autoridades estatales entiendan que su papel consiste en velar por el bienestar de sus ciudadanos, más que en cuidar intereses empresariales ajenos a la voluntad de los pueblos.
     En esta ocasión el suplemento cultural del Comité Melendre presenta contenidos de tres de sus Proyectos: TvMelendre recomienda el tema La Ixhuateca, de Gonzalo Pineda de la Cruz; Retratos de Nuestra Historia comparte pasajes de la vida de Ta Mario; y  la Revista Guidxizá reproduce íntegramente un texto del poeta Víctor Terán, quien invita a la revaloración del idioma zapoteco.
     La justicia, la concordia y la paz son faros que guían nuestros pasos. Pero no puede haber paz sin concordia, ni concordia sin justicia, y ésta a veces se logra únicamente a base de muchos sacrificios. 


[Texto publicado en Guidxizá, una mirada a nuestros pueblos, suplemento cultural del Comité Melendre, Año I, N° 37, Dom 7/Abr/2013. Se autoriza su reproducción siempre que sea citada la fuente.]

Se enturbia el clima de diálogo entre la APJ y la Segego

Rodrigo Velázquez, Coordinador General de la Segego en el Istmo
y el Padre Martín, Presbítero de la Parroquia del Señor Esquipulas.

*La detención de Mariano López Gómez, perjudicó las negociaciones entre las partes

Durante esta semana el conflicto que se vive en la ciudad de Juchitán estuvo a punto de salirse de control, por la detención de Mariano López Gómez, integrante de la Comisión Negociadora de la Asamblea del Pueblo Juchiteco (APJ) ante la Secretaría General de Gobierno (Segego) del Estado de Oaxaca.
     El martes 2 de abril, por la tarde-noche, Mariano fue detenido por uniformados estatales en el centro de Juchitán, precisamente a pocas horas de la reunión que se tenía concertada con el Secretario de Gobierno Jesús Martínez Álvarez en la población de Ixtepec.
     Dicha detención alarmó a los integrantes de la APJ, y a varios defensores de derechos humanos, por las implicaciones que podría tener para las mesas de diálogo que se estaban realizando. 
     Los mediadores del conflicto, el Padre Martín Eduardo Martínez García, presbítero de la Parroquia del Señor de Esquipulas, y Gubidxa Guerrero, Presidente del Consejo Directivo del Comité Melendre, redactaron un documento conminando a las autoridades estatales a cumplir con los acuerdos previos para distender la situación.
     Afortunadamente el miércoles 3 de abril el vocero de la Asamblea fue puesto en libertad, luego de la presión ejercida desde diferentes sectores sociales. En el ínterin  los mediadores y el asesor jurídico de la APJ visitaron al detenido en el Cereso de Tehuantepec. También sostuvieron una reunión con el Coordinador de la Segego en el Istmo, Rodrigo Velázquez, para exigir la vuelta al camino del diálogo, que debe ser la principal ruta para la resolución de los conflictos. 
     Se espera que en días próximos se concrete la reunión entre el Secretario General de Gobierno y los representantes de la Asamblea del Pueblo Juchiteco para tratar el tema de la cancelación del proyecto eólico en la zona sur de Juchitán. 

[Nota publicada en Guidxizá, una mirada a nuestros pueblos, suplemento cultural del Comité Melendre, Año I, N° 37, Dom 7/Abr/2013. Se autoriza su reproducción siempre que sea citada la fuente.]

Ta Mario


Victoria Guzmán Cabrera

Retratos de Nuestra Historia ―Proyecto del Comité Melendre― les presenta esta hermosa fotografía de Mario Toledo Guzmán (77años).  
     Nació en Ixtepec, en la Colonia Moderna. Él nos comparte recuerdos de niñez: “Toda la zona de la Colonia era puro monte. La carretera era la calle San Pedro, el  puente Nisa Luba era de madera. Donde actualmente es la preparatoria CBTIS era un potrero del ejército”.
     Los progenitores de Ta Mario fueron muy trabajadores. Su padre campesino, y su madre ama de casa. Recuerda que tenía que acarrear agua en donde se encontraban los ferrocarriles. Se casó con Aidé Pérez Mesa (q.e.p.d.) en 1955. Juntos procrearon tres hijos varones.
     Ta Mario nos comenta: “Mi primer trabajo fue en un taller mecánico de Memo Contrera, como dos años. También trabajé de taxista por diez años. Después acarreaba ladrillos a Minatitlán y a Coatzacoalcos, por 6 años. En la cervecería Corona 10 años y mi último trabajo fue en la carretera federal, por 35 años. Ahí me jubilé”.
     De las cosas que más disfruta Ta Mario es manejar. Le gusta conducir pipas, tráileres y camionetas.

[Reseña publicada en Guidxizá, una mirada a nuestros pueblos, suplemento cultural del Comité Melendre, Año I, N° 37, Dom 7/Abr/2013. Se autoriza su reproducción siempre que sea citada la fuente.]

Convocatoria a la defensa de la lengua diidxazá


Víctor Terán

"Y que el respeto y el trabajo y la entrega y la dedicación 
que la  lengua española merece como lengua 
de comunicación nacional
 tiene que compaginarse con el respeto 
que merecen otros idiomas  
de comunidades que vienen del principio de los tiempos, 
 comunidades que ya estaban  aquí antes de que llegara la lengua castellana a América".  

José Saramago.

En los pueblos del Istmo oaxaqueño cada día que pasa se debilita y deteriora la lengua de los binnizá, la lengua diidxazá, la que los nahuas llamaron, zapoteco. Si los miembros de esta cultura no nos preocupamos por preservarla ahora, fenecerá mucho muy antes que lo predicho por el poeta Gabriel López Chiñas: ¡ay!, diidxazá, diidxazá,/ diidxa’ rusibani naa,/ naa nanna’ zanítilu’,/ dxi guiniti gubidxa cá. ¡Ay! zapoteco, zapoteco/ lengua que me da la vida,/ Yo sé que morirás/ el día que muera el sol. Y con la muerte de esta lengua “maravillosamente musical” (Carlos Montemayor), desaparecerá una manera particular de entender la vida, la cosmovisión zapoteca, una manera -entre muchas- de ser hombre en el mundo.
     Dice el Dr. Miguel León-Portilla que: “Cuando desaparece una lengua muere una parte de lo más íntimo y valioso de la humanidad”. Desde luego, porque como expresó Octavio Paz: “Los hombres somos hijos de la palabra. Ella es nuestra creación; también es nuestra creadora; sin ella no seríamos hombres […] El lenguaje nos da el sentimiento y la conciencia de pertenecer a una comunidad. Estamos unidos por la lengua a una tierra y a un tiempo. Somos una historia. […] En cierto modo, la lengua nos fundó o, al menos, hizo posible nuestro nacimiento como naciones. Sin ella, nuestros pueblos no existirían o serían algo muy distinto a lo que son. […] La palabra es nuestra morada […] y nos da conciencia de lo que somos y de nuestra historia. […] La lengua es un signo, el signo mayor, de nuestra condición humana”.
     Sin embargo, muchos no hemos entendido la importancia de respetar la existencia de las lenguas originarias de México, y quienes debieron y debieran de implementar políticas que favorecieran su permanencia y desarrollo, los gobiernos de ayer y de hoy, no lo hicieron, no lo hacen. En México, los gobernantes que hemos padecido, arguyendo que estas lenguas consti-tuían barreras para la comunicación y desarrollo de los indígenas con el resto de la población “moderna”, implementaron políticas etnocidas bajo el ropaje de la castellanización y alfabeti-zación en la “cultura nacional”.  Hoy en nada varía esta política de exterminio de las culturas oriundas de este país, los gobiernos globalifílicos a ultranza de hoy, es decir, los vende patria, los que desean ver seres humanos que piensen uniformemente, desarraigados, y con habilidades concretas para el mercado laboral, dejan intactas las políticas de discriminación y empobre-cimiento de las lenguas indígenas que sobreviven, y orondamente se desatienden del asunto.
     En Juchitán, Guidxiguie’, la lengua de los binnizá-zapotecas decae, estamos conociendo un fenómeno de homogenización entre el español y el zapoteco. Los binnizá, nos hemos dejado invadir por las estructuras, las connotaciones y la semántica del español. Al incorporar a la lengua diidxazá la sintaxis del español, estamos pensando cada vez más como piensan los de la cultura española. Entonces, nuestra forma de decir las cosas y de razonar son más propias de la lógica de la cultura española que de la cultura zapoteca. Aunado a este gravísimo problema, está también el que generan las familias binnizá que no quieren que sus hijos aprendan como lengua materna el idioma zapoteco, quieren que hablen español porque sienten que así estarán mejor preparados para sobrevivir en la escuela y en la vida misma. Otra anomalía no menos preocupante es cuando existen expresiones en zapoteco perfectamente utilizables, metemos a lo loco el español. Y esto ya es común en el habla actual de los binnizá. El problema no radica en incorporar nuevos términos (tecnicismos) a la luz de los avances tecno-científicos, puesto que una lengua se vitaliza cuando incorpora a su ser nuevas realidades y voces de diferentes culturas. En suma, la perduración  del zapoteco está en riesgo. 
     ¿El español acabará por relegar al olvido las lenguas habladas por los indígenas de México? ¿El tercer milenio será  la tumba de las lenguas originarias de este país? Lo cierto es que, en gran medida, de nosotros, los hablantes indígenas, dependerá el destino de las lenguas mexicanas. Mientras luchamos por una profunda reforma que establezca nuevas relaciones entre el Estado y los pueblos de México, así como entre estos pueblos y el resto de la nación (Una reforma que rectifique la política cultural y económica del Estado, orientada hacia el ideal de una nación monocultural y hacia la exclusión de los pueblos indígenas del acceso y control sobre los recursos naturales de sus territorios, y en general de la toma de decisiones económicas y políticas sobre las cuestiones que afectan su vida), debemos construir las estrategias que propicien no sólo la perduración de nuestras lenguas, sino también su enriquecimiento.
     Los gobiernos estatales y el federal deben entender que es del todo falso que la conservación de las lenguas indígenas signifique un riesgo de fragmentación cultural y menos todavía un peligro para el fortalecimiento de la lengua española. Reconocer esta verdad los llevaría a aportar los medios para que los ordenamientos existentes en la materia se cumplan, disponiendo por ejemplo, como bien dice León-Portilla : “la obligatoriedad de la enseñanza bilingüe en las respectivas áreas indígenas, abarcando los varios niveles del sistema educativo;  Sensibilizar a los grupos mayoritarios para que valoren la riqueza cultural que significa la presencia de los más antiguos americanos, con sus lenguas, dueñas de antiguas y nuevas literaturas; Fomentar, al igual que el cultivo del español, el de las otras lenguas, estableciendo para ello talleres literarios, academias y centros o casa de escritores en lenguas indígenas; Aportar recursos para la publicación de periódicos, revistas y libros en lenguas indígenas, así como para la producción de programas en la radio y la televisión, reconociendo el papel que deben tener en el ámbito de la comunicación”.
     En el caso de la lengua diidxazá-zapoteca, es doloroso que siendo una de las más hermosas y eficaces del mundo, casi nadie se preocupe, salvo honrosas excepciones, por defenderla. Por eso pido a las autoridades del gobierno municipal y estatal un poco de atención para la defensa de nuestra lengua madre. En Juchitán, por ejemplo, conformar un equipo interdisciplinario que diagnostique la hondura de la crisis de esta lengua y promueva las acciones que la revitalicen.  
     Los binnizá queremos vivir íntegramente nuestros valores sin despreciar en lo más mínimo la riqueza cultural de otros pueblos. El futuro del idioma diidxazá va a depender de la conciencia y amor que todos tengamos para preservarlo. Y concluyo mi aviso con esta frase de Camilo José Cela, que dibuja mi sentir en este momento: “Como amante de la lengua, de las lenguas, preconizo que juguemos a sumar y no a restar, que apostemos al alza y no a la baja, que defendamos la libertad de las lenguas y sus hablantes. La lengua es la más eficaz de todas las armas, y la más rentable de las inversiones; nunca es tarde para que empecemos a poner nuestros ahorros al servicio de los futuros beneficios que serán de todos y que servirán para todos”.

(Texto publicado en Istmo Autónomo, hoy Revista Guidxizá, Año II / Nº 8, Enero-Marzo de 2006).


[Texto publicado en Guidxizá, una mirada a nuestros pueblos, suplemento cultural del Comité Melendre, Año I, N° 37, Dom 7/Abr/2013. Se autoriza su reproducción siempre que sea citada la fuente.]

Gráficos 37: Marciano Valencia Toledo


Marciano Valencia Toledo

Es originario de Guidxiguié’, Guidxizá (Juchitán, Nación Zapoteca). Aunque es Ingeniero Mecánico por el Instituto Politécnico Nacional (IPN), su pasión por la fotografía lo ha llevado a incursionar en esta disciplina artística de manera profesional. 
     Realizó un curso de iluminación en la Academia de Fotografía Artística y Profesional ARCE Bros Inc, S.A. de C.V. en la Cd. de México; participó en el taller "Procesos de Creación para Proyectos Fotográficos de Autor", impartido en el Foro Ecológico Juchiteco, por personal del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, de la Cd. de Oaxaca. Actualmente imparte el Curso de Iniciación a la Fotografía en su ciudad natal.
     Es Presidente de la Asociación de Camarógrafos y Fotógrafos Profesionales del Istmo A.C. (Camfoto). 


Las siguientes imágenes corresponden a la serie Viacrucis, que obtuvo el PRIMER LUGAR en el Concurso de Fotografía Nabaana, convocado por el Comité Melendre. 


[Imágenes publicadas en Guidxizá, una mirada a nuestros pueblos, suplemento cultural del Comité Melendre, Año I, N° 37, Dom 7/Abr/2013. Se autoriza su reproducción siempre que sea citada la fuente.]