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Natalia Toledo durante el primer día del taller
en el Centro Cultural Herón Ríos |
Gubidxa Guerrero
Dicen que la conquista española fue la calamidad de los pueblos originarios. Hace quinientos años los castellanos crearon un nuevo orden político y social en donde previamente existían señoríos y civilizaciones con historias, idiomas y culturas peculiares.
Pero ni la dominación española logró erradicar la lengua de los zapotecas. Tres siglos de colonialismo no eliminaron el diidxazá entre los tehuanos, juchitecos, mitleños o yalaltecos. Porque la intención del reino español tampoco era esa, sino sostener un poderoso imperio en el que no se ocultara el sol, mediante sus cuantiosos recursos naturales y humanos.