El Niño Dios retorna

Andrés Henestrosa frente al mar. Foto.- Blanca Charolet
Andrés Henestrosa

El niño zapoteca puede saber, con sólo oír lo que cuentan los abuelos y las pilmamas, qué tiempos corren, qué fiestas se aproximan, si fiestas reales o fiestas de guardar. Las fiestas reales apenas dejan en su mente un tenue rastro que después los años, como una leve brisa, borran para siempre. Las fiestas de guardar, por el contrario, trabajan su fantasía, su capacidad mentirosa: los complica, les da alas. Y entonces cuentan fábulas sutiles, que el niño oye embelesado. Fábulas que aunque han caminado muy lejos dentro de ellos, un día regresan y vuelan hacia afuera. Entonces es llegado el momento de referirlas a los niños: el niño se ha vuelto abuelo.

Efemérides: 24 de Diciembre



Que estos días festivos, nos muevan a la reflexión de que es posible cambiar, para bien, la realidad de nuestras comunidades, con Solidaridad, Trabajo y Disciplina. El Comité Melendre les desea una Feliz Navidad.
     
“Un ramo de xhuba’ ziña/ te traigo, Niño, esta Navidad/ para adornar tu pesebre/ en estos días de Navidad/ Un ramo de xhuba’ ziña/ que en el camino vi reventar/ Xhuba’ ziña de mi tierra/ te traigo, Niño, esta Navidad/ Xhuba’ ziña de mi tierra/ te traigo, Niño, esta Navidad/ Una red de elotes tiernos/ te traigo de Xadani/ Te traigo un chivito chulo/ engordado en Donají/ Te traigo un chivito chulo/ engordado en Donají/ Sólo soy un campesino/ de machete, arado y sol/ Dejé mi yunta un ratito/ y hacia tu ranchito voy/ Dejé mi yunta un ratito/ y hacia tu ranchito voy”.
     
Versos tradicionales zapotecas para acostar al Niño Dios.


[Texto publicado en Guidxizá, una mirada a nuestros pueblos, suplemento cultural del Comité Melendre, Año I, N° 22, Lun 24/Dic/2012. Se autoriza su reproducción siempre que sea citada la fuente.]