Cinco cuentos de Macario Matus para niños

Gubidxa Guerrero 

Macario Matus fue un hombre excepcional, descaradamente extraordinario. ¿Y cómo no iba serlo quien demostró que el arte no sólo nace, sino que se construye y se crea? 

Mucho se ha dicho de su faceta de poeta, cuentista, periodista, crítico, erotómano  Pero a nosotros nos gustaría recordarlo en su papel de formador, de transformador de la realidad artística de nuestro pueblo; pues Macario sembró y Juchitán cosecha los frutos del huerto cultivado por él.

A muchos, el tiempo los vence, las desilusiones los derrotan. Pero a Macario ni los años, ni las decepciones, ni el cansancio lo sometieron. Macario empecinadamente creyó: en la capacidad, en el esfuerzo, en los nuevos valores, en los jóvenes... ¿Cuánta gente que tuvo oportunidad de sobresalir, de trascender, se olvidó de los que vienen? Sin embargo Macario, hasta al final de sus días, siguió revisando textos, aconsejando y animando. 

Para alguien que comienza su andar en las letras o las artes plásticas, el apoyo moral es invaluable. Esto lo sabía Macario, y no se cansaba de regalar recomendaciones o de obsequiar aliento para persistir por estos difíciles caminos.

Cuando el Comité Melendre comenzó su andar en la Ciudad de México, hace más de 12 años, tuvo la suerte de encontrarse con Macario. Eran días difíciles por no saber adónde ir ni hacia quién dirigirnos, y el maestro nos orientó. Fue la primera persona que confió en nosotros. Cuando sólo recibíamos indiferencia, Macario nos invitó a presentar nuestra revista; nos abrió las puertas de su espacio en el Distrito Federal --el Centro Cultural Juchitán-- y él presentó nuestra publicación; la comentó. Jamás olvidaremos que esa fue la chispa que nos permitió proseguir con nuestra difícil labor. Que el Maestro Macario Matus conociera nuestro trabajo, que nos exhortara a mejorarlo fue fundamental para nosotros. Y desde entonces quedamos en deuda con él. 

A partir de ahí, fuimos testigos de cómo los nuevos escritores y pintores zapotecas radicados en la capital del país acudían a verlo, y cómo éste los atendía y les daba su dosis de ánimo. 

Personalmente tuve oportunidad de entrevistarlo. La última pregunta que hice al maestro fue: ¿Qué le dice Macario Matus a la generación nacida después de 1980 que está publicando revistas, libros, y abriendo espacios culturales como radios comunitarias? Macario, con la autoridad que da la experiencia y su trayectoria, respondió: “Pues les exijo imaginación, porque el hombre necesita renovarse en todos los sentidos. Hagan cosas extraordinarias, lo que nadie más ha hecho. ¿En qué? En  escritos, en poemas, en cuentos, en pintura, en todo. Pero con estética. No se trata de romper por romper. Ahora, lo que sigue…”

Estas últimas palabras son un regalo para los de mi generación, para los del Comité Melendre y para todos los demás colectivos que trabajan en pro del arte y la cultura entre los pueblos y ciudades de la Nación Zapoteca. 

Esta vez tendremos oportunidad de aproximarnos a una faceta más del maestro Macario Matus. Porque, si bien, él está asociado a sus poemas eróticos, también escribió relatos para niños (y no tan niños), del género de la mentira. El Club de Lectura "Macario Matus", así como los familiares del escritor, los invitan a conocer esta otra traza del gran erotómano juchiteco, este sábado 5 de noviembre, a las cinco de la tarde, en el Centro Cultural Herón Ríos A.C. ubicado en Yuxiguiee 36, colonia Rodrigo Carrasco, Juchitán.

Ahora, lo que sigue…


[Texto publicado en Enfoque Diario, el sábado 5 de noviembre de 2016. Se autoriza su reproducción, siempre que sea citada la fuente.]