“Y se hizo la luz”, dijo Rosa Elvia Hernández Vicente cuando encendió una lámpara solar ante el público congregado en el teatro-auditorio de la Casa de la Cultura de Juchitán, Lidxi Guendabiaani’.
De esa manera finalizaba la charla que cuatro mujeres originarias de Cachimbo ―pequeña pescadería cerca del límite de los Estados de Oaxaca y Chiapas― dieron ante un centenar de personas de todas las condiciones sociales.
Una a una, Norma Guerra, Rosa Elvia Hernández, María Aidee López y Olga Lilia Pimentel fueron compartiendo sus experiencias en uno de los centros de enseñanza más importantes del planeta, dedicado a transmitir conocimientos con aplicación en el mundo real; saberes que transforman pueblos enteros.
Resaltaba la presencia de mujeres en el auditorio, quienes quizá por un instinto de solidaridad fueron a ver lo que otras como ellas habían conseguido.
Al término de la charla, TvMelendre presentó la primera parte de un documental que refiere los pormenores en torno a estas abuelas de Cachimbo. El público se conmovió al conocer las peripecias que tuvieron que pasar para poder cumplir con la primera etapa del proyecto.
La lección final, más que mostrar equipos solares sofisticados, era decirles a todos que sí se puede; que cualquier persona es capaz de aprender para ayudar a la comunidad sin importar la edad, el género y el grado de escolaridad.
[Nota publicada en Guidxizá, una mirada a nuestros pueblos ―Año II, N° 86, Dom 30/Mar/2014―, suplemento cultural del Comité Melendre en EL SUR, diario independiente del Istmo. Se autoriza su reproducción siempre que sea citada la fuente.]
