Guidxizá (suplemento), Año I, N° 15 - Dom 04/Nov/2012


Los vientos de octubre nos recuerdan la llegada de las almas. El 31 nuestros muertos, en comunión con los vecinos, se dieron cita en Panteón Viejo para deleitarse con un recital de música. Entre las canciones que se escucharon estuvo Guendanabani, tema, cuya versión con Gustavo López, recomienda Sonidos de la Nación Zapoteca
     Retratos de Nuestra Historia comparte la imagen y las andanzas de Ta Cayetano Guzmán, abuelo ixtaltepecano. La Revista Guidxizá nos presenta un cuento bilingüe de la autoría de Francisco de la Cruz. Y la Campaña por la Memoria Histórica Zapoteca reproduce un relato recopilado por Macario Matus hace algunas décadas. 
     ¿Qué somos sin la memoria? ¿Qué queda si nos olvidamos de quienes nos antecedieron? La historia de los pueblos binnizá está escrita con sudor y lágrimas.
     Hay anhelos centenarios. Desde que en 1660, en Tehuantepec, se rebelaron nuestros ancestros buscando la autonomía política, la estirpe de las nubes no ha dejado de pelear por su añorada independencia. En el siglo XIX el paladín de dicho ideal fue José Gregorio Meléndez; pero también hubo otros grandes personajes, como Máximo Ramón Ortiz, Albino Jiménez e Ignacio Nicolás, que desearon lo mismo. 
     Hace cien años se levantó en armas el licenciado José F. Gómez. Él, como miles de paisanos, buscaba crear una Entidad política que tuviera por núcleo a los poblados zapotecas del Istmo. La lucha inició un jueves 2 de noviembre. A él y a nuestros difuntos dedicamos este número de Guidxizá, una mirada a nuestros pueblos


[Texto publicado en Guidxizá, una mirada a nuestros pueblos, suplemento cultural del Comité Melendre, Año I, N° 15, Dom 04/Nov/2012. Se autoriza su reproducción siempre que sea citada la fuente.]