La unidad de 300 ciudadanos por la paz


Gubidxa Guerrero 

Apenas a principios de mes en este lugar se registró un asalto con arma de fuego, que terminó en disparos hacia varios vecinos de la Segunda y Tercera Sección de Juchitán. En meses anteriores, las personas habían dejado de acudir a sus pasillos y los niños ya no jugaban en su cancha ni en el área recreativa: hablo del Parque Hidalgo, más conocido como La Guardería.

En lugar de esconderse, decenas de vecinos decidieron exigir a las autoridades locales el seguimiento a viejas solicitudes. Después, coordinaron esfuerzos con algunas dependencias municipales para rehabilitar el área, sobre todo en lo concerniente a su imagen: se podaron árboles, se desmontó el lugar y se repararon algunas luminarias. Más de cincuenta personas de la Junta Vecinal Guendalisaa A.C. participaron en los trabajos, además de trabajadores de la Regiduría de Ecología, de la Regiduría de Obras Públicas y de la Dirección de Servicios Municipales.

Como siguiente paso, se decidió solicitar en Comodato (préstamo de uso) el lugar, petición que todavía será respondida. Después, se convocó a un recital de música del reconocido trovador zapoteca Tlalok Guerrero, así como la proyección de una película del célebre director japonés Hayao Miyazaki. 

El viernes 13 de noviembre se colocaron 200 sillas de madera. Era mucho el entusiasmo de los vecinos de las calles Reforma, Aldama, Hidalgo, Guadalupe Victoria, así como de los callejones del Toloache y de los Leones. Los lugares se agotaron rápidamente. Cuando el concierto comenzó, a eso de las 18.40 horas, la explanada estaba repleta de personas. Los vecinos calculan que hubo de 250 a 300 asistentes, pues además de las sillas, mucha gente se sentó a orillas de las jardineras y otros más estuvieron parados.

Tlalok interpretó una decena de temas en su peculiar estilo: ‘Cuna humilde’ (Taquiu Nigui), ‘Azucena’ (Fernando Amaya), ‘El deseo de Clara’ (Fernando Delgadillo), ‘A flor de piel’ (Hebert Rasgado), conformaron parte del repertorio. La película ‘El increíble castillo vagabundo’ cautivó a chicos y grandes. Y mientras se veía la producción cinematográfica o se escuchaban las canciones, se vivía una auténtica romería, porque esta semana correspondió a las vecinas de la calle Reforma, organizar la vendimia, cuyas ganancias se destinan a mejoras en la zona.

A la violencia y el miedo, debe anteponérsele la unidad ciudadana y el arte. Porque entre todos es más sencillo protegernos. Se espera que, de ahora en adelante, todos los viernes se realice una actividad similar, con renovado entusiasmo. He aquí un buen ejemplo de que una sociedad organizada cuando quiere, puede.


[Nota publicada en Enfoque Diario el martes 16 Noviembre de 2015. Se autoriza su reproducción, parcial o total, siempre que sea citada la fuente]