Canta la voz
del poeta.
Esta mañana
los chituguís nos trinaron una historia
sus cantos hablaban de una mujer que no tuvo
origen
una bellísima mujer
de largo cabello moreno
los chituguís
después de cantarnos la historia
desplegaron sus alas
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Ilustración: Ezequiel Ortega |
se acomodaron la voz
en su garganta de barro
se marcharon lejos
a otras tierras del Istmo
donde volverán a cantar
la historia
de la mujer sin origen.
Canta la voz
del chituguí.
Lucía Zenteno habitó la cueva de la iguana
en un árbol de guiriziña fundó su casa
y su corazón
desde entonces nadie pudo llegar tranquilo
a cohabitar con su pareja
se marchó lejos el venado
se fugó al instante el jabalí
la iguana huyó al monte
y la mujer se bañó en el río.
Yo conocí a Lucía Zenteno
cuando aquí no era pueblo
sino cogollo del Istmo
llegó no sé de dónde
en su enagua traía miles de mariposas
infinidad de flores
y una iguana, trotando, al lado
caminaba suavemente Lucía Zenteno
su huipil le quedaba corto al frente
por sus senos redondos y puntiagudos
no era muy alta
de cintura breve y cadera de buen parir.