Reporte semestral de Comité Melendre ante el Fondo Mixto México-España y Acciona Energía

Se ha llevado a cabo la primera parte del proyecto conjunto “Iniciativas de reactivación económica regional tras los terremotos de septiembre de 2017 en Oaxaca, México”


Tras los sismos de septiembre 2017, el Comité Melendre propuso reactivar la economía regional, en el Istmo de Tehuantepec, a través de iniciativas que impactaran en los oficios regionales, con la finalidad de echar a andar nuevamente las cadenas productivas, proveer de herramientas de trabajo a nuestros artesanos y dar poder adquisitivo a familias damnificadas.

"Adopta un horno". Campaña para promover la economía regional istmeña

La tragedia del jueves 7 de septiembre de 2017 no sólo destruyó viviendas y enlutó hogares, también detuvo abruptamente el comercio regional, del que la ciudad de Juchitán es centro neurálgico.

Los comixcales de barro que afanosamente crean los alfareros de Ixtaltepec y Juchitán son adquiridos por familias de Xadani, San Blas Atempa, Unión Hidalgo y Juchitán, entre otras poblaciones, para elaborar productos a base de maíz: tortillas de horno, memelas, guetabinguis, tamales y los emblemáticos totopos (guetabiguii). Pero con el terremoto de 8.2 grados en la escala de richter la mayoría de estos medios de producción milenarios fue destruido.

En los recorridos realizados, los brigadistas del Comité Melendre identificamos decenas de familias totoperas cuya actividad económica se detuvo, lo que repercutió negativamente en su calidad de vida, ya que, al depender primordialmente de la comercialización del totopo, se enfrentan a un panorama desolador.


Por tal razón, el Comité Melendre tomó la iniciativa de aliarse con actores estratégicos del sector privado y de la Sociedad Civil para implementar el proyecto: "Adopta un horno", con el fin de de revivir esta actividad comercial, a la vez que se amplía el catálogo de ayuda humanitaria tras el terremoto.

Fotografía David Cartas.
Al incorporar el totopo a las despensas entregadas a los afectados, además de reconocer el legado alimenticio zapoteca, se beneficia a un importante número de familias en el siguiente orden: alfareros de Ixtaltepec y comunidades aledañas que podrán vender por adelantado decenas o cientos de ollas para hornos; las totoperas de Xadani, San Blas Atempa, Unión Hidalgo, Juchitán y otras comunidades que podrán reemprender la actividad económica familiar; agricultores de la región del Istmo que podrán mercar el maíz recién cosechado, que afortunadamente no se perdió con el terremoto; y, finalmente, los damnificados de toda la región istmeña que contarán en los paquetes de ayuda humanitaria con un producto básico de su dieta tradicional.


"Canasta básica istmeña", Campaña para reactivar la economía regional

Los terremotos del 7, 19 y 23 de septiembre de 2017 pausaron el pujante comercio de la región istmeña. El Mercado Central de Juchitán de Zaragoza, en el Istmo de Tehuantepec, que concentraba a miles de vendedoras zapotecas, huaves, zoques, mixes y chontales, tuvo graves daños estructurales en el edificio de dos pisos, ubicado detrás del Palacio Municipal, que colapsó en una tercera parte.

Los envíos en especie contribuyen a aminorar la tragedia. Las miles de familias que perdieron su patrimonio encuentran en los paquetes de ayuda humanitaria un bálsamo que les permite ahorrar el dinero que podrá ser destinado a la reconstrucción de sus hogares. Además de que muchas otras perdieron sus fuentes de empleo directas, al haber colapsado los locales comerciales o medios de producción (como hornos de comixcal) que les brindaban el sustento.

Sin embargo, la disminución del gasto doméstico también ha afectado directamente las redes de comercio regional. Los productores locales de maíz, lácteos, legumbres, así como las cocineras, totoperas y vendedoras de otros productos alimenticios han visto disminuir dramáticamente su clientela, repercutiendo negativamente en sus ingresos.

#TejiendoHermandad. Proyecto de reactivación económica regional

Uno de los sectores más perjudicados como consecuencia de los terremotos del mes de septiembre de 2017 en el Istmo de Tehuantepec es el de las tejedoras y bordadoras; no sólo porque en la región se suspendieron casi todas las celebraciones del ciclo festivo zapoteca, conocidas como velas, sino porque cientos de ellas perdieron un elemento fundamental para la elaboración de los famosos trajes, blusas y huipiles: los bastidores de madera.


Poca gente sabe que detrás de la elaboración de una prenda tradicional hay varios participantes: el carpintero que construye el bastidor de madera sobre el que se monta la tela que ha de ser tejida o bordada; la comerciante de telas, que surte de materia prima el mercado local; la comerciante de hilostinta de las artistas istmeñas; el pintor o dibujante que elabora los hermosos diseños que las hábiles manos se encargarán de iluminar con hilos y, finalmente, las tejedoras y bordadoras, propiamente, quienes dan forma final al producto mundialmente conocido y reconocido como traje de tehuana o traje de mujer istmeña.

#TejiendoHermandad supera la meta. Pasa a siguiente fase

Cuando se lanza una iniciativa, se fijan metas realizables. Tratando de adquisición de textiles de valor relativamente alto, se debe tener cuidado en no crear falsas expectativas.

#TejiendoHermandad se propuso DAR EMPLEO A CINCUENTA TEJEDORAS-BORDADORAS para reunir fondos suficientes para poder DONAR CINCUENTA BASTIDORES DE MADERA elaborados por carpinteros de la region, dando prioridad a las que fueron afectados durante los terremotos del 7, 19 y 23 de septiembre de 2017. 

Cuatro grupos de diez tejedoras cada uno fueron organizados para trabajar durante tres semanas. Dieron forma a bellísimas prendas, adquiridas por varias clientas-donantes. Los huipiles y las blusas se mostraron en Facebook con fines de transparencia. La iniciativa contó con un subsidio inicial que sirvió como motor de arranque.

#CreandoComunidad. Iniciativa para fortalecer el tejido social en Juchitán

Con los terremotos del mes de septiembre en el sureste mexicano no solamente se vinieron abajo casas y edificios públicos, ni únicamente se vieron afectadas las redes comerciales. También se puso en evidencia cierta desorganización en las poblaciones dañadas, especialmente en Juchitán, ciudad zapoteca de cien mil habitantes.

Hace varias generaciones existieron formas de organización social que facilitaban actividades comunes como la cooperación para el trabajo, la seguridad pública, obras sociales y hasta actividades de tipo ritual. Sin embargo, algunos sectores en el Estado mexicano no vieron con buenos ojos la asombrosa capacidad organizativa istmeña, porque a ella también atribuían el carácter rebelde de sus habitantes.

Durante el presente siglo, el tejido social en Juchitán se ha desdibujado. Los ancianos se lamentan de la falta de sensibilidad entre las nuevas generaciones. "Las personas ya no se saludan, ya no se ayudan, ya no se conocen..." suele ser la expresión constante.

Pero no todo es desesperanza. Los terremotos de septiembre también permitieron ver la otra cara de la moneda: una sociedad civil activa, organizada, pujante, bienintencionada y segura de sí, que logró ponerse al servicio de la comunidad entera. 

QUALITAS, empresa de seguros, se suma a la campaña #CanastaBásicaIstmeña

Salma Corres

México se ha caracterizado por ser un país solidario ante las catástrofes. La respuesta de la sociedad civil en las primeras horas del terremoto del 7 de septiembre de 2017 que afectó a la región del Istmo de Tehuantepec, fue igualmente activa y solidaria.

Esta solidaridad se vio reflejada también en las aportaciones del sector empresarial a las iniciativas que el Comité Melendre ha venido desarrollando para reactivar la economía en la región, en los días posteriores al terremoto. 

El día que no murió Henestrosa

Andrés Henestrosa
*El avión donde viajaría se estrelló en un cerro

Juan Manuel López Alegría

De no ser por su gentileza al ceder su lugar en el avión a la esposa del gobernador Eduardo Vasconcelos, el escritor Andrés Henestrosa no sería hoy el más laureado de los literatos zapotecas, ya que el bimotor de Mexicana de Aviación que partió de Oaxaca a la Ciudad de México, se estrelló en el Pico del Fraile, cercano a Amecameca, en el Estado de México, falleciendo todos sus ocupantes. Era el lunes 26 de septiembre de 1949. 

Entre los restos calcinados se hallaban los de la actriz Blanca Estela Pavón, muy famosa por sus actuaciones en los filmes Nosotros los pobres y Ustedes los ricos  al lado de Pedro Infante. La diva había venido a Oaxaca con su compañía artística a una serie de presentaciones en el Teatro Alcalá (que también funcionaba como cine) y regresaba ese día al Distrito Federal en compañía de su padre. También fallecieron el senador Gabriel Ramos Millán y Salvador Toscano, del Instituto de Historia y Arqueología.

"Oaxaca Corazón" dona mil canastas de alimentos a los damnificados del Istmo

Pocas horas después del terremoto del jueves 7 de septiembre en el sureste mexicano, que dejó más de 70 muertos, miles de heridos y millones de damnificados, la sociedad civil a lo largo y ancho del territorio nacional se activó para ayudar.

La comunidad artística no podía ser ajena a estas iniciativas y a instancias de Lila Downs y Susana Harp, una pléyade de talentos convocó a la ciudadanía al Auditorio Guelaguetza al concierto denominado OAXACA CORAZÓN. La finalidad: reunir fondos a beneficio de los damnificados en el Estado de Oaxaca.

La respuesta de la gente no se hizo esperar y a los pocos días de realizado el concierto, las participantes comenzaron a canalizar la ayuda a las regiones afectadas, así como a brindar apoyo a iniciativas sociales nacidas en el corazón de la zona devastada.

Tal sucedió con #CanastaBásicaIstmeña, programa del Comité Melendre cuyo principal objetivo es contribuir a la reactivación económica del Istmo de Tehuantepec, adquiriendo víveres para ayuda humanitaria a productores locales.

El Comité “Che Gorio Melendre”; un ejemplo para la juventud del mundo

Honor a quien Honor merece. Durante las primeras ocasiones en que los vimos organizar y realizar con excelencia diversos eventos, nos sorprendió observar cómo estos jóvenes actuaban con madurez extraordinaria y una sensibilidad que denotaba su preocupación por Juchitán. No hubo necesidad de que pasara mucho tiempo para constatar que son unos gigantes de pensamientos claros, de inteligencias privilegiadas y  de convicciones firmes; valores que les dan la distinción de personajes ejemplares para toda la juventud del mundo. Quien dude de esta apreciación, puede juzgar lo que el Comité ha hecho y sigue haciendo por el pueblo y por los que en él habitamos. Cuando sus ejemplos de trabajo sean imitados por otros jóvenes, entonces Juchitán tendrá esperanzas de ser rescatada. Y más vale que empiecen pronto, antes de que se destruya la civilidad.

Por Abel Toledo Gómez

Cualquier intento que pretenda cambiar el estado incorrecto de las cosas, o corregir la descomposición que los seres humanos han provocado en la sociedad, será vano esfuerzo si no nace de la reflexión, la imperante necesidad de que los propios hombres y mujeres que conforman dicha comunidad acepten cambiar su manera de pensar y, consecuentemente, su manera de actuar. En otras palabras, que acepten y se convenzan de que la forma de vida no es la deseada para el presente ni, mucho menos, para el futuro, y que dichas condiciones inaceptables son derivadas de las decisiones y acciones equivocadas en el pasado.

Los residuos del terremoto

Luis Manuel Amador

Antes de los terremotos de septiembre, en el Istmo no se separaba la basura. Hoy, en esta región de gastronomía singular y mundialmente reconocida, la alimentación ha tomado forma de latas, bolsas, envolturas, sobres, envases de pet enviados con el cariño y buena fe de muchos donantes. Sin embargo, es necesario que este cúmulo de ayuda diversa, o más bien sus secuelas, también comience a preocuparnos. Al poder innegociable de la naturaleza debemos responder con la ciudadana sensatez para atender nuestros residuos. Lo que le damos a la Tierra, ella nos lo devuelve y lo multiplica. 

Meta de "Adopta un horno" se multiplica por diez

Ella es Rosa Vera, originaria de Cheguigo Sur, Juchitán,
una de las primeras beneficiarias del proyecto "Adopta un horno".
Fotografía: Beatriz Morales.
A una semana de haber iniciado la campaña "Adopta un horno", que busca promover la economía regional, el Comité Melendre anuncia la ampliación de la meta inicial de medio centenar a quinientas familias beneficiarias.

Lo anterior, luego de la favorable respuesta de la ciudadanía que en un par de días logró fondear el proyecto piloto que tenía como objetivo apoyar a cincuenta familias istmeñas que perdieron su principal fuente de ingresos durante el terremoto del 7 de septiembre de 2017.

"Constatando el estado del desastre, estamos en condiciones de afirmar que se necesitan al menos quinientos hornos para recuperar el nivel de producción suficiente", mencionó Cristian Tónchez Orozco, integrante del Consejo Directivo del Comité Melendre. 

La meta original de 50 hornos fue alcanzada durante las primeras horas, gracias, principalmente, a la promoción en redes sociales y algunos medios periodísticos. Cabe recordar que la campaña inició el  martes 19 de septiembre. Actualmente se ha recaudado lo necesario para reconstruir poco menos de 200 hornos.